Metales extraños
Del Rio, Texas 1955. El Coronel Robert Willingham, es parte de un equipo que realiza un ejercicio aéreo, ya que observa una bola de luz más brillante que una estrella, que cruza el cielo a toda velocidad. Willingham observa con creciente curiosidad, hasta que el objeto realiza un giro de 90 ° hacia el sur. El piloto recibe permiso para investigar y lo persigue hacia el Río Grande, donde unos momentos más tarde, vibra y cae del cielo, chocando contra territorio mexicano. De vuelta en la base, Willingham pidió ayuda a un colega y juntos volaron al lugar del impacto, a bordo de un pequeño avión de entrenamiento. Allí encuentran al ejército mexicano que controla un disco de plata atrapado en el suelo. Mirando a través de una abertura en el disco, Willingham se sorprende al ver los cuerpos de tres alienígenas. Los mexicanos les piden a los estadounidenses que se vayan, pero antes de hacerlo, el piloto recoge un pedazo de escombros del casco y lo esconde en su traje.
Dalnegorsk Rusia, 29 de enero de 1986. Los habitantes de la pequeña ciudad minera, en la costa del Pacífico de la Unión Soviética, miran con incredulidad a una esfera rojiza que cruza el cielo nocturno, antes de estrellarse contra la montaña. Una multitud de espectadores se reúne en el lugar del impacto. Encuentran un cráter humeante, rodeado por una vasta área, cubierta con un extraño material negruzco. Un análisis más cuidadoso muestra que este material contiene esferas de metal desconocidas que, de lo que emerge más tarde, resultan ser de plomo, pero de un tipo diferente al que hasta ahora se conoce.
El siguiente video documenta los testimonios que respaldan estos dos incidentes conocidos que forman parte del estudio de caso OVNI. Luego nos hace entender cómo el interés del poder político y militar no es comprender el sentido sociológico y ético de una posible presencia extraterrestre, sino sólo robar información técnico-científica, destinada a beneficiar a la supremacía militar propia. Esta triste realidad es una de las razones principales que explican por qué los extraterrestres no pueden hacer contactos oficiales con sociedades terrestres: estamos demasiado desarrollados y peligrosamente desde el punto de vista científico y militar, pero absolutamente primitivos desde el punto de vista ético-social.
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